El hombre a través de la historia, ha creado y
desarrollado nuevos artículos o procesos que le han sido de beneficio y le han generado
riqueza al inventor, pero además que pueden ser usados y explotados por otros
sin previa autorización de su creador (Plata, 2010). Con
el paso del tiempo se fueron moldeando normas y leyes avaladas por el estado
para proteger a los autores, surgieron entonces, las patentes. el derecho de
Autor y la propiedad intelectual, las cuales con el crecimiento de los mercados
y la globalización de la economía, alcanzaron una cobertura internacional. Para
mediados del siglo XXI se consolida el
Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el
Comercio (ADPIC o TRIPS por sus siglas en inglés) administrada por la
Organización Mundial del Comercio[1].
Desafortunadamente,
estas leyes y sus alcances son desconocidas por la gran mayoría de la sociedad,
como lo expone (Ferrante, 2010) en el caso de los agricultores de soja en
Argentina y como se puede ver en nuestro país con la piratería de música,
videos y libros, casos en los que por
buscar un menor precio se atropella el trabajo y el esfuerzo de los autores.
Pero
sorprende aun más que las infracciones a los derechos de autor, lleguen a las
instituciones educativas, con el plagio de trabajos realizados por otros
estudiantes lo cual es opuesto al propósito de la educación, pues el estudiante
en lugar de generar conocimiento se limita a copiar las obras de otros autores,
engañándose a sí mismo.
Por eso, ahora que somos consientes de la
importancia de los derechos de autor y la propiedad intelectual, debemos velar
por su cumplimiento y como mínimo debemos dar ejemplo a las personas que nos
rodean, pues de lo contrario estaremos infringiendo la ley con pleno conocimiento
de nuestra falta. Vale la pena recordar el
pronunciamiento de la corte constitucional para que la universidades del
país denuncien ante la fiscalía los plagios de sus estudiantes[2].
No olvidemos que la persona que incurre en plagio, puede recibir cuantiosas
multas económicas y hasta cárcel. pero ante todo recordemos que al respetar los derechos de
autor y la propiedad intelectual, contribuimos al desarrollo de la investigación,
al desarrollo de la ciencia y la tecnología, los cuales van ligados al
desarrollo de la sociedad de nuestra sociedad.
[1]
Ferrante, Patricia. “Patentes, Leyes Globales y el bien público: la
internacionalización de las normas de propiedad intelectual y de los
conflictos: el caso de la soja argentina”. FLACSO. 2010, p.36.
[2] Diario
La Republica, publicación del 9 de Julio de 2012, recuperado de: http://www.larepublica.co/asuntos-legales/conozca-las-consecuencias-legales-y-disciplinarias-cuando-se-hace-un-plagio_14871,
el 9-sep-2013.
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